Con el tiempo, la moda acaba alcanzando a casi todos los recovecos de la sociedad y también de nuestro cuerpo. Si bien los tatuajes ya se han convertido en una parte bastante cotidiana dentro de nuestra sociedad, en donde es muy fácil hallar a personas con este tipo de decoración permanente sobre su cuerpo, la extensión de este modo de decoración a los dientes es algo relativamente nuevo. El tateeth o tatuajes dentales, como su propio nombre indica consiste en aplicar un elemento gráfico a una pieza dental. Desde Clínica Dental Javier Gisbert queremos hablarte de este fenómeno y de su peligrosidad.
Existen dos tipos de tatuajes dentales, los temporales y los permanentes. Los primeros, funcionan como una calcomanía, aplicándose sobre el diente normal y pudiendo ser retirados en el momento en el que lo decidamos. Los segundos, por otro lado, están realizados sobre una pieza externa, no sobre el diente natural, sino en una pieza de porcelana, siendo en este caso un implante o una funda, y requiere que el diente previo esté ya dañado, aprovechando la intervención para colocar una nueva pieza. Sin embargo, también se ha dado el caso del realizado de un tallado sobre el diente sano para colocar la carilla de porcelana con el elemento gráfico. En este último caso es donde entra en juego la peligrosidad, dado que modificar la forma natural de un diente implica la dependencia de fundas o carillas, algo que carece de sentido si contamos con un diente saludable y cuidado.