Quizás en primera estancia no lo notes, pero la ansiedad y el estrés acaba afectando de forma progresiva a tu salud bucodental, y lo peor de todo es que en la mayoría de los casos no te das cuenta ya que los sintomas son poco visibles.
Además, por si fuera poco, este tipo de situaciones conllevan a su vez un mayor consumo de sustancias o hábitos nocivos para la salud oral como puede ser el tabaco, el alcohol o simplemente una mala alimentación.
¿Cuál es la alteración más común en estos casos? El bruxismo. Sin duda, es una de las indispensables en aquellos pacientes que padecen estrés. Esta patología, provoca una serie de daños en los músculos de masticación por no hablar de un acusado desgaste de las piezas dentales.
La ansiedad suele llevar con frecuencia de la mano problemas periodentales, es decir, normalmente se perciben como un ligero sangrado o por otro lado como inflamación de las encias. Es importante tratarlas a tiempo, ya que puede repercutir no solo en la perdida de las piezas dentales si no también en otras zonas del organismo.