El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos odontológicos más demandados de los últimos años, principalmente por estética. Lo que se consigue gracias a él es una despigmentación del diente y un blanco natural en nuestra boca. Esto hace que muestres ya no solo una sonrisa sana sino también perfecta.
El tratamiento tiene una duración estimada de dos años en los que suele durar el blanco en nuestros dientes hasta que con el paso del tiempo se vuelven a manchar o teñir a causa de lo que ingerimos. Por lo tanto, ¿qué se puede comer y beber y qué no tras un blanqueamiento dental?
Las 48 horas siguientes al blanqueamiento son claves: nuestros dientes se encuentran muy sensibles y debemos cuidarlos. Por eso debemos esperar dos días para ingerir alimentos con muchos colorantes.
También debemos evitar las comidas y bebidas muy oscuras que puedan manchar nuestros dientes, como es el caso del café, el vino tinto o la coca cola y la remolacha o los arándanos en cuanto a comida.
Debemos aplicar esto a las frutas y cítricos muy ácidos, que además pueden aumentar la hipersensibilidad en nuestra boca. Del mismo modo que hay que evitar las comidas y bebidas muy frías o muy calientes.
Pasadas esas 48 horas podremos volver a nuestros hábitos alimentarios con normalidad.