La caries dental es una enfermedad en la que los procesos bacterianos dañan la estructura dura del diente formada por el esmalte, la dentina y el cemento. Estos tejidos se degradan progresivamente, produciéndose cavidades y agujeros en los dientes, que si no se tratan pueden provocar infección y hasta la pérdida del diente.
Normalmente, la caries puede ser evidente a simple vista, sin embargo, para valorar su extensión o si aparece en áreas menos visibles, son necesarios métodos de detección adicionales. Desde Clínica Dental Javier Gisbert vamos a hablar de un tipo de ellas que quizás no conocías.
¿Qué caracteriza a las caries interproximales?
Las caries interproximales, también llamadas caries interdentales, se forman en las superficies lisas entre los dientes adyacentes, normalmente justo por debajo del contacto entre ellos.
Estas son el tipo más difícil de diagnosticar ya que, con frecuencia, no se puede detectar visual o manualmente con un explorador dental. En consecuencia, se necesitan radiografías para su descubrimiento temprano.
En cuanto a su tratamiento, pueden llevarse a cabo dos el no invasivo o sin intervención en l casos donde la lesión no está cavitada. El dentista puede recomendar no realizar ningún tipo de tratamiento, simplemente se indicarán acciones preventivas como es el control de la placa bacteriana mediante el cepillado de dientes y el uso de hilo dental.
Por otro lado, encontramos aquellas que si necesita intervención en los casos donde la caries ya está cavitada, solo se podrá proceder a realizar una restauración de composite.
Por lo tanto, es importante que el odontólogo tome una serie de radiografías de aleta de mordida, generalmente a intervalos anuales, para evaluar la progresión de la posible lesión. Para prevenir la aparición de este tipo de lesiones e incluso su evolución, lo más importante es crear buenos hábitos de higiene bucal, los cuales ayudan a prevenir la formación de la placa bacteriana patológica y su eliminación.