En Clínica Dental Javier Gisbert te hemos comentado que tanto las carillas como las coronas tienen una función estética, por lo que en ocasiones es habitual la confusión entre ellas. Sin embargo, ya te hemos dicho que la diferencia esencial entre ambos es que la ortodoncia también aporta una solución funcional a los problemas dentales. ¿Desea saber más?

1. Área de cobertura. Las carillas dentales se limitan a cubrir la superficie exterior del chip para mejorar su apariencia. En su lugar, la cubierta lógicamente debe cubrir por completo el diente real restante o el implante para garantizar que no se produzcan fugas.


2. Tallado El esculpido de un diente consiste en reducir su volumen natural para que la restauración que se colocará, ya sea una carilla o una corona, encaje correctamente. Por ello, es imprescindible tallar los dientes antes de colocar el revestimiento, reduciéndolo unos 2 mm. Sin embargo, tenga en cuenta que esto no siempre es necesario, especialmente en el caso de una sola placa. Los avances tecnológicos han permitido fabricar láminas muy finas, como lentes de contacto, y carillas de porcelana ultrafinas que permiten colocarlas sin tallar. Como ya hemos señalado, no hacer esta reducción puede llevar a un resultado discordante, una pieza demasiado gruesa. Mientras que las carillas solo se colocan en los dientes visibles, las coronas se pueden usar en cualquier diente. 


3. Propósito Además de lo que explicamos anteriormente, las coronas también se utilizan para hacer puentes, cuyo propósito es reemplazar uno o más dientes perdidos. También, la colocación de coronas o la protección de piezas dañadas por diversos motivos tras la cirugía de implantes dentales.