La tentación de picar entre comidas es común, pero ¿sabías que puede afectar a tus dientes más de lo que imaginas? El problema radica en que cada vez que comemos, las bacterias de nuestra boca descomponen los alimentos, liberando ácidos que atacan el esmalte dental. Si el tiempo entre comidas es corto, los dientes no tienen oportunidad de recuperarse, lo que aumenta el riesgo de caries.

Los snacks que contienen azúcares o almidones son especialmente dañinos, ya que se adhieren a la superficie de los dientes, prolongando la exposición a los ácidos. Incluso alimentos considerados saludables, como algunas frutas, pueden contribuir a la erosión del esmalte si se consumen en exceso sin una correcta higiene bucal.

Para minimizar el daño, es recomendable optar por tentempiés menos agresivos para los dientes, como frutos secos o vegetales crujientes. Además, beber agua y realizar un cepillado correcto después de picar entre horas puede marcar una gran diferencia.

Recuerda que tu salud dental está en juego no solo en las comidas principales, sino también en esos pequeños momentos entre ellas. Por eso, es fundamental seguir hábitos de higiene dental adecuados y mantener tus revisiones con el dentista al día. ¡Tus dientes te lo agradecerán!