Con el paso de los siglos, la morfología facial humana ha ido adaptandose a las nuevas necesidades que han ido surgiendo a lo largo de la evolución de nuestra especie. Muestra clave de esto es la parcial desaparición del tercer molar, más conocido comunmente como las muelas del juicio.
Estas piezas son vestigios de nuestros más lejanos antepasados y por tanto no todo el mundo las tiene, es más, parece que suele aparecer en sujetos al azar que rondan entre los 16 y 26 años.
Debido a que nuestra boca cada vez es más pequeña, estos molares no encuentran su espacio para nacer, por lo que es bastante común que nazcan torcidas e incluso afecten a las piezas de alrededor causando bastante dolor y molestias.
¿Como puedes recuperarte tras decidir pasar por una extracción de las muelas del juicio? Algunas recomendaciones que podemos hacerte para que las cicatrices cierren en el menor tiempo posible se circunscriben a;