La caries dental es uno de los trastornos más comunes dentro del campo de la odontología. Suele aparecer especialmente en niños y adultos jóvenes pero puede afectar a cualquiera. También es una de las causas más comunes de pérdida de dientes en los más jóvenes.
Se produce principalmente por una mala limpieza e higiene bucal y están motivadas por los carbohidratos, azúcares y almidones. Estos dañan el esmalte dental llegando a crear orificios en las piezas afectadas. Las caries generalmente no producen dolor a no ser que sean de gran tamaño, afecten al nervio o produzcan la rotura del diente. Las revisiones periódicas cobran una gran importancia dentro de nuestros hábitos de salud bucal, ya que una visita al dentista a tiempo evitará males mayores y se podrá pasar rápidamente a la fase de tratamiento en el caso de hallar una caries.
Síntomas
Puede no haberlos. En el caso de que se presenten, estos pueden incluir dolor o sensibilidad en las piezas dentales, especialmente después de ingerir bebidas o alimentos dulces fríos o caliente, y hoyuelos o agujeros visibles en alguna de las caras de los dientes.
Tratamiento mediante obturación
Se elimina el material dental cariado y se reemplaza por otro de plata, oro, porcelana o resina compuesta. Estos dos últimos son los más utilizados en la actualidad por su semejanza a la apariencia natural del diente.
En el caso de una caries muy extensa y, como resultado, una estructura dental muy limitada, se podrá colocar una funda o corona dental para mantener tanto la estructura como la apariencia.