Curetaje hace referancia al tratamiento encargado de eliminar la placa bacteriana, el sarro y las bacterias que se acumulan debajo de las encías y que provocan la inflamación de éstas y que trata la periodontitis. El término “curetaje” no es el más correcto, ya que no se elimina tejido, sino que se raspa la raíz del diente con un instrumento llamado cureta. Aunque se use curetaje, el término correcto sería raspado o alisado radicular. ¿Quieres saber más? En Clínica Dental Javier Gisbert vamos a tratar el tema.
¿Cuando es recomendable llevar a cabo este tipo de tratamiento?
Este tratamiento no se ha de realizar indiscriminadamente sino que debe seguir unos criterios.
Será necesario siempre que haya una cantidad excesiva de sarro que nos obligará a anestesiar la zona para eliminarlo y que no sólo habrá en estos casos sarro supragingival sino también subgingival.
La presencia de una pérdida de hueso de sujeción del diente superior a 3 mm con respecto a la altura de la encía. Es decir, donde veamos la encía en los dientes de la boca el hueso se profundiza hasta 3 mm o más. Al anestesiar la zona nos permitirá acceder por debajo de la encía y limpiar correctamente.
¿Cómo es el procedimiento?
El curetaje es un tratamiento más allá de la limpieza dental tradicional.
En la limpieza tradicional usamos el dispositivo de ultrasonidos y generalmente sólo eliminamos el sarro y manchas por encima de la encía. En este caso necesita de anestesia local para evitar la incomodidad del paciente y poder limpiar lo necesario. Una vez aplicada la anestesia, con el aparato de ultrasonidos y las curetas vamos eliminando el sarro. La sonda periodontal nos ayudará a ver si quedan restos de sarro bajo la encía.
En ocasiones pacientes nos cuentan que les han hecho un curetaje sin anestesia. Si es así o no le han hecho un curetaje real o le han hecho un daño excesivo e innecesario.
Siempre se ha de hacer con anestesia.