Morderse las uñas es un hábito bastante común y difícil de erradicar. ¿Cuál es la razón para tratar de evitarlo? Esto no es solo por razones estéticas, sino también por el impacto que tiene en la salud dental. ¿Quieres saber cuál es su impacto? En Clínica Dental Javier Gisbert seguiremos enumerando los problemas más habituales que pueden surgir.
Desgaste de esmalte
Morderse las uñas puede provocar que los dientes choquen entre sí, y como consecuencia pueden producirse pequeñas grietas y grietas en el esmalte, y en algunos casos, sensibilidad dental. Esto es más probable que ocurra si hay un problema de bruxismo además de morderse las uñas, ya que el desgaste en estas condiciones es continuo y puede llegar a provocar un deterioro grave.
Caries
Las uñas acumulan una gran cantidad de bacterias, origen de las caries, por lo que si no se practica una estricta higiene dental, tarde o temprano aparecerán caries.
Infecciones y mal aliento
Estas mismas bacterias provocan otros problemas dentales, como infecciones o mal aliento, muy relacionados entre sí.
Cambios en la articulación temporomandibular
Teniendo en cuenta que este hábito suele comenzar en la infancia, cuando los huesos no están completamente desarrollados, y suele durar muchos años, no es de extrañar que la fuerza ejercida durante la mordida pueda provocar cambios en la mandíbula. Esos.