¿Sabías que el blanco dental no existe? Debemos ser conscientes de que obsesionarnos por conseguirlo puede perjudicarnos más que beneficiarnos, ya que el procedimiento para blanquear utiliza sustancias químicas que sensibilizan al diente. Por eso, en el post de esta semana, queremos hablaros de la blancorexia, es decir, la obsesión por tener los dientes blancos que puede provocar la pérdida de las piezas si no se realiza de forma adecuada.
Hay que saber que el abuso de sustancias blanqueantes puede provocar irritaciones “severas” en las encías, paladar y garganta, así como daños en la matriz del esmalte y la pérdida del mismo. También puede afectar a la pulpa dental de forma “irreversible”, así como cambios en la lengua y en la percepción del sabor.
El procedimiento para blanquear consta de sustancias químicas que sensibilizan al diente, por lo que debe existir un intervalo de tiempo entre las sesiones según las indicaciones del profesional y se suelen acompañar con aplicaciones de flúor.
La blancorexia necesita de una atención “especial” por parte de los odontólogos con el fin de conseguir evitar que la “publicidad engañosa” o la moda impulsada por algunos famosos induzcan a un “ideal imposible de alcanzar”.
¿Cómo puede afectarnos abusar de sustancias blanqueantes?